Si queremos desarrollar una escuela y una educación escolar sostenibles, debemos reflexionar sobre los contextos sociales y tener en cuenta los resultados ¿Qué tendencias actuales son importantes? ¿Vive cerca de la escuela un número significativo de personas que tienen una historia de migración o que han tenido que huir de sus países? ¿Qué acontecimientos sociales del pasado afectan a la situación actual de la escuela? ¿Qué visiones de futuro tienen las y los diferentes actores vinculados a la escuela y cuál es su relación con las formas actuales de convivencia social y con el paradigma político que rige la sociedad?
La escuela y los mecanismos de poder
Siguiendo la visión de Paulo Freire, entendemos la educación y la escuela como un lugar que se desarrolla en un contexto social determinado y que está sujeto a los mecanismos de poder dominantes.
Paulo Freire criticó la escuela como lugar de reproducción de las estructuras de poder dominantes en la sociedad, como reflejaba, por ejemplo, la prevalencia del pensamiento colonial en los contenidos escolares del Brasil de su época. Actualmente, el racismo, el colonialismo y otros principios de exclusión y privilegio siguen existiendo en muchos lugares del mundo y continúan difundiéndose a través de las escuelas. De esta forma, mientras los/as profesores/as no establezcan una relación horizontal con sus alumnos/as, en la que ellos mismos se consideren también aprendices, seguirán actuando como funcionarios de este sistema que multiplica los mecanismos sociales de poder.
La escuela como lugar de cambio de la sociedad
Para nosotros/as, la escuela constituye también un lugar para el cambio social. Freire describió la pedagogía como política, y a los/as profesores/as como “artistas y políticos”. De acuerdo con esta visión, en nuestros talleres y procesos de formación con profesores/as trabajamos las posibilidades de representación estética de la cultura escolar y del aprendizaje, además de perspectivas que fortalezcan su papel de formadores/as comunitarios/as y cocreadores/as de la convivencia social. Por tanto, nuestro trabajo no consiste en transmitir conocimiento, sino en desarrollar un acercamiento crítico a la realidad a través de la interacción con el “otro”, en el sentido expuesto por Emmanuel Levinas (“el otro como mi maestro ético”).
Actores/as del desarrollo escolar
Los/as profesores/as, en posición de poder frente a sus alumnos/as, son figuras clave para el cambio en la escuela. Desde nuestra perspectiva, el desarrollo escolar sostenible exige generar un proceso de cambio en la escuela con la participación de diferentes actores: alumnas y alumnos, profesoras y profesores, directoras y directores escolares, padres y madres, así como el barrio, la economía local y los/as funcionarios/as municipales. Por esta razón, cuando diseñamos un proceso de desarrollo escolar, siempre tomamos en cuenta el contexto local.
El desarrollo escolar como proceso individual y colectivo
Queremos escuchar y comprender las diferentes perspectivas de las/os actoras/es involucrados y poner en diálogo los potenciales existentes. Queremos crear un espacio para las necesidades, las inquietudes y los talentos individuales, de forma que cada persona sea consciente de ellas y sean también reconocidas por el grupo. Queremos, por tanto, establecer relaciones que permitan realizar los cambios deseados. Cada persona debe poder formular y perseguir sus visiones y, al mismo tiempo, sentirse valorada en las demandas conjuntas e incluida en la planificación del futuro.
Principios y métodos
En nuestro trabajo con los diferentes actores y actoras del ámbito escolar, seguimos los principios de inclusión, educación crítica y democrática, la práctica del diálogo de Paulo Freire, así como la reflexión y la acción continuas. Los métodos que utilizamos son el trabajo biográfico, el teatro foro, el aprendizaje en diferentes contextos y el encuentro con el “otro” (Levinas). Ha sido particularmente fructífero reunir a profesores/as, representantes de los ministerios escolares y docentes de pedagogía procedentes de diferentes estados y regiones. Estos encuentros de aprendizaje colectivo con colegas de otros contextos permiten intercambiar perspectivas y posibilitan un distanciamiento temporal de la propia praxis que genera nuevos descubrimientos y aumenta la motivación. Al mismo tiempo, el intercambio que surge de estos encuentros fortalece el trabajo que cada uno de los/as actores/as realiza de forma individual para transformar la escuela y la sociedad.
Aspectos que pueden transformarse en el proceso de desarrollo escolar en la sociedad de la inmigración